Thursday, July 3, 2014

Más allá de poses

Acabo de leer el comentario en Facebook de un amigo. Copio su comentario:

Que vergüenza la niña esa que canta contra Holanda. Grita tus ofensas al aire sin darse cuenta que son parte de la misma cultura machista, homofóbica y misógina que le pagará menos que a su contraparte masculina, la hará sentir acosada cuando camine por la calle y la llamará puta cuando haga algo que se desvíe ligeramente del camino trazado para las mujeres por la virgen María.

Si bien entiendo que no es agradable ver a una jovencita insultando, lo que me molesta mucho es que para hacer su "análisis", se base en una serie de creencias absurdas.

Voy a hablar claro respecto a los insultos ocasionados en un estadio de futbol.

1. Si no le molesta a Dios, no debería molestarnos a los hombres.


A veces, nos rasgamos las vestiduras por innumerables acciones que otros hacen y que nos molestan, o nos incomodan. Sin embargo, vivimos vidas de desapego, de hedonismo y frivolidad que en verdad molestan a Dios y tienen a la humanidad sumida en un mar de tristeza y desolación. Entendamos que los insultos que se hacen en un estadio (o en este caso, en un video), son BROMA. Aunque yo también en el estadio he gritado algún insulto, eso no significa que odie al rival. Incluso podría recibir en mi casa y quitarme el pan de la boca, por dárselo a un hermano necesitado del equipo contrario.

Para todas estas personas que están muy preocupados por los insultos que se hacen a raíz de un juego, yo les preguntaría ¿qué porcentaje de sus ingresos destinan para acabar con el hambre del mundo? y no me contesten que para eso pagan impuestos, porque impuestos los pagan todos los empleados y esos pagan la calle que usan, el alumbrado público que los ilumina, la recolección de su basura y los bienes y servicios que por el sólo hecho de habitar una ciudad como esta, se generan. ¿Cuántos días al año invierten para ir a hacer felices a los niños abandonados, a los desahuciados en los hospitales, a los presos en las cárceles o a las viudas?

Como seres humanos encontramos que es muy fácil criticar lo poco importante pero es muy difícil accionar sobre lo importante, sobre esas cosas que si todos hiciéramos, cambiarían radicalmente al mundo y no sobre una grosera, sí, pero inocua canción sobre futbol.

2. La virgen María no es un estereotipo de feminidad.

Por supuesto, cuando se ignora la relevancia de una persona y se quiere criticar ciegamente, es muy fácil poner de ejemplo a quien desconoces. No juzgo a mi amigo, pero tampoco voy a permitir que usen el nombre de la Virgen María sin saber el significado que ella tiene para los Católicos.

Si bien la Virgen María es para nosotros el prototipo femenino, ella no es un símbolo de feminidad. Es decir, las mujeres modernas no son Marianas por el hecho de que deban ser amas de casa modelo y esposas abnegadas. Las mujeres Marianas son Marianas porque intentan, en la medida de sus posibilidades, seguir la voluntad de Dios. María, es el ejemplo perfecto para todos, hombres y mujeres, pues ella cumple, en todo momento de su vida, la voluntad de Dios.

Y ¿Cuál es la voluntad de Dios? María lo revela en las bodas de Caná, con su célebre frase: "Hagan todo lo que Él les diga". Cuando María dice eso, deja de tener importancia y le brinda toda la importancia a Jesús. Finalmente es lo único que desea la Virgen María, que le hagamos caso a Jesús. De modo que las mujeres modernas pueden salir, bailar, estudiar, vestir jeans, cantar, trabajar, enamorarse, ser profesionistas, deportistas, actrices, artistas o activistas, mamás o solteras... Lo único que pide la virgen es que hagan la voluntad de Jesús.

3. La voluntad de Jesús nos libera.

Y cuando hablamos de la voluntad de Jesús, a veces somos demasiado críticos. Pensamos que vino a imponer pesadas cargas que, en vez de liberarnos, nos atan, nos limitan, nos detienen. Todo lo contrario.

Jesús da un mensaje de amor a nuestros semejantes y por medio del amor nos regocijamos en la comunidad con Dios a través del prójimo. Pero ¿cómo ama Jesús?

Claro, podemos pensar que los insultos provocados en un estadio son causa de desamor. Y cedo la razón hasta un pequeño punto. Un insulto puede romper la comunión entre dos personas y hacer que estas se enojen. Sin embargo (y es el punto de este post), un insulto en son de broma, no quebranta (para nada) la comunión entre 2 personas. Amar como Jesús, significa no quebrantar la paz a través de la ira, las mentiras, los asesinatos, las bajas pasiones, la lujuria, la pereza, el desamor a nuestros padres y nuestros semejantes, la soberbia o la envida. Amar como Jesús implica dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo, visitar al preso y al enfermo. Ocuparnos ACTIVAMENTE por quien necesita.

Por supuesto, en un mundo ideal, no nos gustaría insultar a nadie. Pero entendiendo que el futbol es un juego y que, finalmente Robben fingió una falta, en ese contexto yo puedo decir: Pinche Robben, Putos holandeses, y seguir comulgando. ¿Por qué? Porque sé que si me encontrara a Robben en la calle enfermo, vería la manera de ayudarlo... Aunque no dejaría de pensar que por su culpa... México perdió el partido.

Por favor, amigos... No seamos más papistas que el Papa, ni nos escandalicemos por lo que no debemos. Arremetamos mejor contra el aborto, contra la pobreza, contra la injusticia. No contra las bromas.

La cultura machista, misógina y homofóbica, que menciona mi amigo, no es más que una cultura de desamor y es justo la que condenan Jesús y la Virgen María. Jesús vino a darle el lugar a la mujer como persona, como compañera, como igual.