Hace unos días, los medios de comunicación revelaron que en Tepito, la zona prohibida, se comercializan impunemente bases de datos con información como RFCs, catastros, IFE y hasta tarjetas de crédito:
http://www.eluniversal.com.mx/notas/674405.html
Muchas personas han opinado al respecto. De nuevo los medios de comunicación han colaborado para crear una psicosis generalizada al hacer sentir en la gente que "alguien nos vigila" y que ese "alguien" puede ser un delincuente. Si bien el sentir de la población culpa al gobierno y a sus medidas "controladoras" (tal es el caso del registro de celulares y la famosa base de Renaut) de esta "desprotección de la información personal de los individuos", para no variar, la verdad es que los medios hacen una tormenta en un vaso de agua y a continuación se argumentará el porqué.
En primer lugar, poco, ¡muy poco! tienen que ver los altos dirigentes como el presidente o los diputados y senadores o los miembros de los gabinetes de los poderes ejecutivos en la manera en que se filtra la información de esas bases de datos necesarias para la operación de empresas y gobiernos. En general, ahora sólo es necesario un disco duro porátil con capacidad de unos cuantos Gigas para poder hacer el traslado de una base de datos entera con los registros de toda la población. Basta con que un inofensivo administrador de bases de datos o un becario que desarrolle sistemas en algún banco o institución pública de base de datos haga una consulta para que en unos minutos obtenga una copia completa de la información.
En segundo lugar, ese sentimiento de miedo que sienten muchas personas al creer que algún delincuente conoce su información personal, es verdaderamente absurdo e injustificado. Como si un delincuente necesitara una base de datos para asaltarte en el taxi o en el camión, para robarte tu coche (mientras más lujoso, más atractivo), para meterse a robar a tu casa o para hacerte un secuestro express y vaciarte tus tarjetas. Como si tener la base de datos de teléfonos celulares, no fuera equiparable a tener el directorio blanco o como si no se pudiera conocer que las empresas que generan mayores utilidades son aquéllas que ponen anuncios más grandes en la sección amarilla.
En general, la mayor parte de los delitos que se pueden hacer con esa información son de extorsión (los secuestradores tienen formas más sofisticadas de operar) pero la mayor parte de la población ya está curada para las extorsiones (si te piden dinero por teléfono, cuelgas y listo). Y para el caso de las tarjetas de crédito, en efecto los delincuentes podrían hacer algún fraude haciendo compras por internet (en general no pueden conocer el nip de tu tarjeta) y aún así, si lo hicieran, los bancos y/o las personas tienen seguros en sus cuentas bancarias que los protegen contra ese tipo de fraudes y aseguran que si existen movimientos no reconocidos, el dinero queda repuesto ¡El mismo día!
En efecto, a nadie nos gusta que la información que revelamos a alguna empresa o institución, sea revelada. Sin embargo, es prácticamente imposible asegurar que alguna de las tantas personas que tienen acceso a esa información va a evitar caer en la tentación de ser corrupto y vender esas bases de datos. Sin embargo, la realidad es que es muy difícil que los delincuentes puedan hacer mucho con esa información y en general lo que hagan, más que afectar a las personas particulares, puede afectar a las empresas e instituciones que contaban con esa información.
De modo que basta de vivir con miedos y créanme que no hay mucho que hacer al respecto pero al mismo tiempo, tampoco hay mucho de qué preocuparse. En particular a mí me da lo mismo si alguien tiene un registro con mi dirección y mi teléfono y mi tarjeta de crédito. La verdad es que es poco probable que se fijen en mi registro (es menos probable que se fijen en mi registro a que se fijen en mi coche) y además de todo pueden hacer poco, muy poco por ese medio si es que alguien se decide a hacerme daño.
Saludos
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