Como ustedes saben, yo soy Ingeniero en Telemática.
Quienes me conocen más a fondo, mis amigos cercanos y mis familiares, saben que la elección de mi profesión fue fortuita. Muy fortuita. Seguramente tan fortuita como lo es la elección de la carrera para la gran mayoría de las personas. Elegí Ingeniería en Telemática así como pude haber elegido filosofía o economía o biología.
Por supuesto que no me arrepiento de lo que estudié. De hecho me siento orgulloso de haber estudiado en el ITAM una carrera que la mayor parte de las personas piensan que es difícil. Eso me ayudó a encontrar rápidamente un trabajo bien pagado y poco a poco desenvolverme en un ámbito bastante increíble automatizando procesos de diversas empresas e instituciones que muchos envidiarían.
Gracias a esta profesión tengo información privilegiada acerca de la industria de las Tecnologías de la Información y de la manera en la que se mueven los negocios dentro de la misma.
En más de una ocasión, personas completamente ajenas a la industria (algunas no tan ajenas, lamentablemente), me han propuesto innumerables GRANDES NEGOCIOS que se pueden hacer con tecnología. Incluso me han contado historias de "éxito" en las que un ingeniero, con un par de chavitos (chalanes), lograron hacer una gran fortuna vendiendo sistemas a X o Y empresa transnacional.
Con 6 años en la industra de la Tecnología y después de haber intentado emprender con tecnología (y fracasar con tecnología), conozco la otra cara de la moneda.
Es curioso, pero el fenómeno tecnológico apantalla tanto que conocedores y novatos, se dejan apantallar con las cifras que se expresan en las revistas de TI y en las revistas de negocios. A muchos nos ha emocionado la historia de Bill Gates y la de los creadores de Google.
Sin embargo, pocos sabemos algunas realidades sobre la industria, como que la mamá de Bill Gates trabajaba en IBM y realmente, Gates tenía su vida resuelta antes de comenzar Microsoft o que Sergey Brin y Larry Page, creadores de Google fundaron Google con un capital inicial de 1 millón de dólares.
En general, las personas piensan que hablar de Tecnología es hablar de éxito instantáneo. Piensan también que automatizar un negocio es trabajo fácil y barato y que cualquier idea tecnológica será un éxito rotundo.
Quienes sabemos un poco más al respecto, podemos hablarles de incontables ejemplos de bancarrotas rotundas y de tristes desepciones que se han llevado muchas personas que lo han intentado.
Ustedes se preguntarán y qué, ¿ya no emprendemos con tecnología?
La respuesta es: Por supuesto que sí. A estas alturas de la historia, inmersos en una civilización que ha podido manipular la materia y la energía de manera extraordinaria, por supuesto que debemos seguir intentándolo. Lo único que les pido es que, antes de emprender con tecnología, se aseguren de ser financieramente independientes.
También les pido que pongan todo en su justa medida. Tener una gran idea, no es sinónimo de tener un gran negocio. Hacer un sistema que nos parezca increíble, no significa que nos va a hacer millonarios. Hacer un negocio requiere de muchas habilidades adicionales que muchas veces son incompatibles con las habilidades que tiene un desarrollador de sistemas exitoso.
De modo que, antes de hacer tu gran idea realidad, yo te sugiero que hagas un negocio de Network Marketing. ¿Por qué? Porque en un negocio de Network Marketing podrás adquirir esas habilidades que te faltan para ser un empreario exitoso, con muy poca inversión y sin quemar tu gran idea antes de que pueda salir al mercado.
Y en segundo lugar, el Network Marketing te dará un flujo de efectivo suficiente para no tener que preocuparte por dinero y entonces sí, poder invertir tu tiempo y tu esfuerzo en tu negocio.
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