El mundo está lleno de gusanos indomables.
Uno abre la ventana y busca enemigos:
Dragones de 7 o más cabezas.
Cuervos gigantes que comen los ojos.
Terribles caníbales que comen cerebros.
Hombres lobo.
Vampiros insaciables.
Demonios irascibles...
Los espíritus de los hombres, encuentran esos enemigos (y aún peores) cuando abren sus puertas, cuando abren sus ventanas, cuando se desnudan, cuando abren su boca, cuando salen a la calle y cuando gritan su vida desgraciada.
Entonces, uno comienza a cerrar ventanas: se cierran las puertas, se cierra la boca, se cubre la desnudez, se regresa a casa y entonces uno calla... Y en el medio del silencio, uno encuentra que en el fondo del alma, hay un mundo que está lleno de gusanos indomables.
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